Lomas de Asia: Tesoro natural

Un refugio de vida en un destino conocido únicamente por sus playas. Y es que Asia, en la provincia de Cañete, es más que mar y arena, es también biodiversidad en sus espectaculares lomas.

Foto: Jorge Calderón
Luis Pérez
Revista Rumbos

Adiós playas, adiós centros comerciales. Bienvenido Asia pueblo. Casas de adobe y sembríos. Una carretera asfaltada. El auto avanza. El chofer se convierte en disjockey. Juega con las emisoras radiales. Se divierte. Elige: “… el águila no caza mosca porque vuela alto”, se oye. ¿Será verdad? La mismísima naturaleza responderá, pero más adelante.

Adiós valle, adiós asfalto. Cambio de escenario y de paisaje. Las arenas playeras de Sarapampa. Más kilómetros. El auto se detiene. Hasta aquí nomás puede llegar. Es el límite de un ecosistema protegido.

Desde este punto el respeto y el buen ánimo son los acompañantes de los aventureros. El bloqueador solar y el repelente también son parte del recorrido. Un kilómetro de caminata hasta la explanada multiusos del sistema de lomas de Asia. Solo un calentamiento. Existen ocho rutas que necesitan ser exploradas. Pero antes hay que pedirle respetuosamente permiso a la Pachamama.

Un agujero. Ofrendas de hojas de coca, frutos y agua. La madre tierra las recibe en sus entrañas. Su respuesta es inmediata. El grito de una lechuza se pierde en las 8.500 hectáreas de las lomas, donde la Comunidad Campesina de Asia ha emprendido un proyecto ecoturístico, liderado por el periodista Iván Reyna.

“En los caminos hallarán increíbles paisajes, vestigios arqueológicos y una diversidad de flora y fauna”, anuncia Reyna. A su lado, Elías Ávila, el guía más antiguo, hace un gesto de aprobación. Sus pasos lideran la ajetreada caminata. “El chirigüe de Raimondi, el canastero de los cactus, el minero peruano y el de pico grueso”, pasa lista a algunas de 38 especies de aves endémicas que existen en la zona.

Un rosario de plantas silvestres. La trompeta, la flor de verano, en pleno apogeo. 

Se buscan figuras en las rocas montañosas. Líquenes y animales a la vista.

Plantones de taro. Más altura. Panorama espectacular. El atardecer, otro regalo de la naturaleza, mientras un águila hace piruetas en el cielo. Lleva entre sus patas un pajarito; entonces, no caza mosca porque vuela en Asia. Misterio revelado.

La ficha

Ruta: De Lima a Asia por la Panamericana, desvío a Rosario de Asia. Distancia: 101 kilómetros. Tiempo: 90 minutos. Buses todos los días.

Atractivos: Avistamiento de aves (minero pico grueso y peruano, y águilas), vizcachas y flor de amancaes. Zona de taras y de meditación. Atrapanieblas, cosecha de agua y cerro macho. Se puede acampar.

permiso: Solicitarlo con anticipación. Escriba a Iván Reyna a laslomasdeasia@gmail.com o llámelo al 993 027767.

Dato: El 19 de marzo las lomas serán el escenario de una maratón. Asimismo se rodará una película.

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