El sedentarismo, ¿ se puede cambiar de estilo de vida?


Levantarnos a las 5, 6, o 7 de la mañana para hacer ejercicio, o tal vez escoger alguna hora durante el día o la noche y lograr ejercitarnos no es tarea fácil, es una admirable acción de muchas personas que con buen ánimo y voluntad lo hacen, a veces es difícil tomar la decisión de vencer el sedentarismo, cuesta trabajo dejar la placentera cama, más aún si es invierno y ésta se encuentra calientita, para levantarnos y decidirnos a poner en movimiento nuestro cuerpo. Según estudios estadísticos realizados el año pasado el 60% de la población peruana lleva una vida sedentaria, otro buen porcentaje da como excusa “no tener tiempo”, el 34% dice realizar actividades físicas moderadas, solo el 6% se ejercita intensamente, esto equivale a unas cinco veces por semana aproximadamente. Lo curioso de este estudio es que más del 65% de las personas sabe que el sedentarismo es la mayor amenaza contra su salud, en la actualidad es considerado el cuarto factor de riesgo de mortalidad a nivel mundial, está asociada a enfermedades como: obesidad, diabetes, hipertensión, etc. 

En nuestro distrito de Mala, da gusto ver corriendo o trotando a muchas personas en la villa deportiva, llamada también la VIDEMA, desde tempranas horas del día, hombres y mujeres, gente de toda edad y condición física, dan muestra de tener un alto espíritu deportivo, pues se esmeran en cuidar su cuerpo y salud “nutriéndolo” de actividad atlética. ¡Felicitaciones a todos! ya parece una moda, hace unos años atrás éramos pocos los que corríamos, ahora hasta en la noche se observa gente que acude a este recinto. En Lima es todo un boom el éxito de las carreras pedestres que se realizan todos los fines de semana, la apertura de ciclovías, los espacios para la práctica del skate, los gimnasios llenos de gente; de mujeres decididas a quemar todas las calorías posibles en una sesión de aeróbicos. Que sensación de felicidad nos da la práctica del deporte, nos sentimos de muy buen ánimo y todo se debe a que al realizar la actividad física, nuestro cuerpo libera endorfinas (llamada la molécula de la felicidad) el resultado es que tendremos mejor calidad de vida. Hoy podríamos empezar con aumentar algunas horas de deporte a nuestra rutina, optimizar nuestra alimentación, evitemos algunas grasas y bebidas gaseosas, incrementemos el consumo de frutas, verduras y mucha agua. No es tan difícil verdad, al final el beneficio es para nosotros mismos ¿nos amamos no?

Aprovechemos un nuevo día para dar gracias a Dios, por la salud con la que contamos y salgamos a practicar algún deporte o a caminar, echemos la pereza a un lado, descartemos el sedentarismo de nuestras vidas, según los especialistas el ser humano debe practicar deporte al menos unos 30 minutos diarios, no esperemos subir de peso o que el doctor nos recomiende actividad física para mejorar nuestra salud y recién preocupamos. Planifiquemos hacer caminatas familiares o con los amigos, el distrito de Mala nos ofrece variadas rutas, estos caminos los encontramos con dirección al rio, hacia el Puente Viejo, esta antigua construcción que parece que se va a caer pero que sigue incólume a pesar de los años, ¡Que relajante poder escuchar el sonido del agua al golpear las piedras!, también se puede subir al cerro colindante al rio y poder divisar todo el valle, observar el cauce del rio Mala, contemplar el mar por el lado oeste, la vista es espectacular. Otra alternativa es dirigirse hacia los senderos de los caminos que se encuentran entre la Huaca y los Platanales, es un deleite caminar en medio de la naturaleza, admirar las diversas tonalidades de verdes de las plantaciones de manzanas, membrillos, plátanos, ciruelas, uvas, etc. Disfrutar del cantar de las aves, ¡Que más se puede pedir!, A los que les apasiona la historia pre inca, el mar y el avistamiento de aves pueden ir a la playa Totoritas y llegar hasta las ruinas del Salitre, deténgase a contemplar e imaginar todo lo que en este recinto pudo haber existido, además de admirar la belleza del océano pacifico, también con mucho cuidado se puede buscar y ubicar entre las rocas que dan al acantilado, la cara del indio sonriendo, la playita del lado llama la atención por la caprichosa formación rocosa que tiene en medio del mar. En la Boca del Rio, dependiendo de la época del año en que se visite, se podrá deleitar con la presencia de los pelicanos, gallinazos cabeza roja, variedades de garzas, galleretas, variedades de patos, gaviotas, etc. En el lado este del distrito de Mala tenemos las lomas, donde antiguamente abundaba la flor del amancaes, este paraíso natural se puede visitar en los meses de junio, julio, agosto y setiembre.

Que afortunados que somos los residentes maleños, de contar con estos increíbles paisajes que muchas veces no nos detenemos a contemplar y cuidar, pero nunca es tarde para valorar lo que se tiene.  (Por: Lourdes Chauca)

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