Las cruces de Ñauñacu y Huascacocha

El distrito de Asia cuenta con 6 mil habitantes. Más de 2,800 son agricultores, y todos se abastecen de agua subterránea en estos tiempos de sequías
Laguna entera de Huascacocha

El valle de Asia no tiene glaciares, ni lagunas, ni río con agua permanente. La sequía y la disminución de la disponibilidad de agua dulce es una de las mayores preocupaciones de la población en estos tiempos de cambio climático.

Texto y fotos: Iván Reyna Ramos 

Si bien la disponibilidad de agua dulce es la principal preocupación desde la perspectiva social, ambiental y económica, lo que hace buscar enfoques integrados para la gestión de los recursos hídricos, dado que Asia pasa por una fuerte crisis hídrica, declarándose –incluso-  en situación de emergencia. Si no se hace algo hoy y ahora, el desarrollo de la agricultura en nuestro distrito sería vulnerado por las consecuencias de la sequía. El camino al desarrollo sostenible por parte de los agricultores podría ser afectado en su viabilidad de no tomarse las medidas más inteligentes.
Asi se derriten los nevados en las alturas
 de Yauyos por el calentamiento global

La disminución de la disponibilidad de agua dulce afecta no sólo a los agricultores, sino también el agua potable de consumo humano, debido a que ambas atenciones se da por explotación de pozos subterráneos. Al parecer, existe incremento de nuevos pozos en la parte alta del valle, mientras en la parte baja algunos pozos vienen presentando problemas de salinidad en el agua. Se trata de un enorme desafío a resolver.

Desafío que debe llegar –así lo entendemos- con la ejecución de alternativas de solución de manera práctica y sostenible, a fin de optimizar la distribución eficiente del agua, la construcción de reservorios y –si se puede- hasta la producción de agua dulce mediante la reforestación, la captura de agua con atrapaneblinas, desviación de los excedentes de agua de Mala hacia la parte alta de Asia, trabajar en zanjas de infiltración, desalinización de agua de mar, entre otras alternativas ecoeficientes que se pueden ejecutar en el mismo valle de Asia; además de los esfuerzos que pueden realizarse desde la gestión gubernamental, municipal, empresarial, social y hasta familiar.

Sólo en épocas de lluvias carga agua la quebrada Ñauñacu
Si bien la Municipalidad de Asia ha declarado en Emergencia el Sector Agrícola como consecuencia de la sequía, pero no se sabe hasta ahora cuáles son las estrategias de adaptación y las acciones inmediatas –repito, acciones inmediatas- como política y planes de mitigación que conduzca a controlar los efectos adversos de la crisis hídrica y la salvedad de las cosechas para la campaña 2012. Nos hablan del Proyecto Ñauñacu-Tres Cruces, creemos que es un proyecto a largo plazo, que tomará su tiempo, aunque científicamente no está probado si es ambientalmente sostenible, debido a que la quebrada Ñauñacu tiene actualmente problemas de sequía y la laguna Huascacocha –como segundo paso del proyecto- se ha reducido por la deglaciación de los nevados que no alcanzan los 4,800 msnm. De manera que se trata de de un proyecto que dependería básicamente de las lluvias estacionales. Aún así ¿Ñauñacu es técnica, ambiental, legal, económica y socialmente sostenible como para seguir invirtiendo y creyendo en este proyecto que ya lleva unos 100 años desde su concepción?
Desembocadura  de la laguna Huascacocha u origen
del río Mala

Aquí algunos datos a tener en cuenta:
·         La sequía es una vieja compañera del habitante de Asia. Es por eso que los asianos del siglo pasado concibieron la idea de traer agua de las alturas de Yauyos. Hasta hace 50 años todavía era sostenible el proyecto. Hoy, el cambio climático y las sequías han modificado la disponibilidad hídrica en las alturas de Yauyos. Aún así, se insiste en ese viejo proyecto, pese a que los especialistas advierten que Ñauñacu-Tres Cruces, es un “proyecto” carente de sustento técnico, ambientalmente insostenible, y socialmente requiere de conciliación.

·         En 1911, el Ing. norteamericano Charles W. Sutton recogió la idea de los asianos y más tarde propuso un proyecto con 2 etapas: 1) canalizar el agua de la quebrada Ñauñacu y echarlo al abra Tres Cruces. 2) llegar con la canalización hasta la laguna Huascacocha. (documentado en el informe: 75 años de irrigaciones en el Perú, diario La Prensa 19/09/1978). De este documento se sabe que Ñauñacu lleva 100 años desde su concepción.

·         En el 2009, el Gobierno Regional de Lima planteó nuevamente el proyecto, pero la población de Asia en su Presupuesto Participativo 2011 no lo avaló económicamente porque se trata de una inversión en Yauyos y no en Asia (recomendaciones de Contraloría General de la República), de modo que es competencia del Gobierno Regional de Lima. La conclusión es que si Asia invierte en este proyecto hasta podría ser considerado delito. Más bien existe un Acta de Acuerdos y Compromisos del Proceso del Presupuesto Participativo en el que No se encuentra el Proyecto Ñauñacu-Tres Cruces, pero sí el estudio de desalinización de agua de mar, como proyecto adicional sin presupuesto.

·         Sorprendentemente, el 3 de junio de 2011, la Municipalidad de Asia y el Gobierno Regional – Lima Sur, firmaron un Convenio Marco para reiniciar los trabajos en el Canal de Irrigación Ñauñacu-Tres Cruces, en el que la Municipalidad de Asia dispone de 2 millones 200 mil soles para continuar con los trabajos en Ñauñacu. Entonces, el 5 de junio, la Asociación de Productores del Valle de Asia-Cañete (APASIAC), solicita mediante Oficio a la Administración Local del Agua Mala-Omas-Cañete (ALA-MOC), si el Proyecto de Irrigación Ñauñacu-Tres Cruces cuenta con la Autorización de la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Y el 13 de junio de 2011, la Autoridad Nacional del Agua responde mediante Carta, mencionando que el Proyecto No cuenta con la debida Autorización de la Autoridad Nacional del Agua, en relación a la disponibilidad de los recursos hídricos, encontrándose pendiente el levantamiento de observación al expediente presentado desde el año 2005.
Los primeros metros del río Mala
de la laguna Huascacocha

·         La quebrada Ñauñacu desde hace unos años pasa por severas sequías. No tiene nevados y sus aguas se generan por el brote de algunos manantiales (ver fotos). Sólo en las temporadas de lluvias (de febrero a marzo) carga agua por efectos de las lluvias. Es por eso que los pastores de la zona, más bien bajan hasta Asia para socorrerse de forrajes.

·         El estudio no analiza las implicancias del cambio climático, ni las características actuales de los nevados de menos de 5,500 metros sobre el nivel del mar que desaparecerán en el 2020. Entonces el Llongote, Huayna Cottoni y Ticlla (4,800 msnm) tributarios de la laguna Huascacocha (origen del río Mala) terminarán agotándose en poco tiempo, como se puede ver en las fotos.

·         En reciente visita pudimos comprobar que no sólo los nevados están derritiéndose, sino que la laguna Huascacocha se ha reducido considerablemente dejando una playa de arena blanca. Si hace 50 años se recorría alrededor de la laguna en un día entero, hoy damos la vuelta en apenas 2 horas. Pero lo más grave es que los pueblos de Quinches y Carania (ambos distritos de Yauyos) se disputan la propiedad de la laguna. Ayavirí también quiere terciar como propietario. Y qué hace Asia en este asunto? De manera que el conflicto social por el agua está latente.

·         El estudio que conduce a la ejecución del “proyecto” no se hizo a la cuenca de Omas que es seca sino a la de Mala que tiene un río con agua, 117 lagunas y 37 km2 de nevados. No tiene sentido compararla, aunque -si es verdad- con un manejo integral y sostenible, se podría utilizar las aguas del río Mala en épocas de abundancia. Pero lo más grave es que en una parte del estudio habla de la “Irrigación en Huaral”. La pregunta es: ¿Qué tiene que ver Ñauñacu con Huaral? ¿El “estudio” será copia de la copia de otro proyecto? ¿Estamos hablando de la realidad de un proyecto o de un “proyecto” fantasioso? Entendemos que el tema del agua es serio y por lo tanto se requiere de propuestas serias.

Playa de arena fina dejada por la reducción
 de la laguna Huascacocha
·         Ese mismo estudio asegura que sólo se requiere de 800 m3 de agua para regar una hectárea en el valle de Asia. Y la realidad es que una hectárea necesita un mínimo de 5,000 m3 de agua. Por ejemplo, el rabanito que es el cultivo más rápido requiere de unos 2 mil m3 de agua. Y según el proyecto, no alcanzaría ni para cultivar rabanitos. Y qué se puede esperar con el cultivo de maíz o durazno que requieren por hectárea de entre 5 mil y 10 mil m3 de agua por temporada.

·         Ya hemos dicho que el proyecto en ejecución No tiene la Autorización de viabilidad hídrica por parte de la recién formada Autoridad Nacional del Agua (ANA), la institución nacional encargada de aprobar este tipo de proyecto. Incluso, la Municipalidad de Asia no levanta las 30 observaciones que en su momento la hicieron saber. Pero, se suma a la gravedad, que tampoco se ha hecho la necesaria consulta y coordinación de entendimiento con la Comunidad Campesina Niño Jesús de Ayavirí. Tampoco se han realizado los talleres de información como ordena la ley de consultas públicas en este tipo de acciones para formular los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) o la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE). De ahí que el Presidente de la Comunidad Campesina Niño Jesús de Ayavirí, Artemio Quispe De la Cruz, acaba de enviar a la Municipalidad de Asia una carta en que le da 48 horas de plazo para que desocupe el lugar por causar daños y no contar con el permiso de su comunidad.

Origen de la quebrada Ñauñacu
·         El estudio también dice que el proyecto beneficiará a los predios de Quinocay y Omas en Yauyos, Coayllo y Asia en Cañete. Se olvidó de los pueblos de Ayavirí y Tamará en Yauyos. Especialmente Ayavirí donde se origina la canalización, donde se originaría el agua. Paradójicamente se olvidaron del lugar y del pueblo que le ofrece territorio y agua. Y por eso, Artemio Quispe De la Cruz, Presidente de la Comunidad Campesina Niño Jesús de Ayavirí, ha pedido a la Municipalidad de Asia un millón de árboles de pinos para reforestar la cabecera de Ñauñacu, además de la construcción de colegios, carreteras, posta médica, etc., como compensación por el agua que se genera en su tierra. Está en todo su derecho. Pero, habría que calcular los beneficios de reforestar con un millón de pinos no en Ayavirí sino en Asia, donde realmente lo necesitamos. Pero todo hace pensar que no sería así. Los beneficios serían para Ayavirí. Bien por ellos.

·         Y como anécdota, el 10 de setiembre de 2011, la Municipalidad Distrital de Asia Declara en Situación de Emergencia al sector agrícola, según Resolución de Alcaldía Nº 0244-2011-A/MDA, publicada en el diario Matices, Diario Oficial de la Provincia de Cañete. Entonces, el 13 de octubre de 2011, la Asociación de Productores del Valle de Asia-Cañete (APASIAC), mediante Oficio Nº 003-10-2011.APASIAC, solicita a la Municipalidad de Asia el Cronograma de Acciones puntuales a fin de atenuar la sequía respecto a la declaratoria de emergencia del valle de Asia. Y el 14 de Octubre, al día siguiente, la Municipalidad de Asia responde mediante Oficio Nº 026-2011-SG/MDA, indicando que desde 1999 se viene realizando el Proyecto de Irrigación Ñauñacu-Tres Cruces. Todos sabemos, que una emergencia es una emergencia. Y la disposición económica tiene que ser puntual e inmediata para mitigar la emergencia. Pero con la respuesta de la Municipalidad de que Ñauñacu es la solución, entonces habría que esperar y esperar. Ya son 100 años de espera, un tiempo más qué importa, parece ser el mensaje.

Después de todo vuelvo a insistir ¿vale la pena invertir en Ñauñacu-Tres Cruces?

Laguna Huascacocha con evidente reducción
hídrica por la deglaciación
(*) Iván Reyna Ramos, es periodista, natural de Asia, y hace poco hizo un viaje de una semana por la quebrada Ñauñacu y a la misma laguna Huascacocha. De ahí su análisis y las fotos que ilustran la realidad de su investigación. Sus artículos son publicados en el diario Expreso de Lima.

3 comentarios

Anónimo dijo...

Mas claro que el Agua, ÑAUÑACU, el tiempo se llevo nuestro sueño y un traidor nos arrebato nuestra ilusion. Quedara grabado en nuestro corazon hoy aun sangrando de dolor, la herencia prometida nunca llego, jugaron con nuestros sueños solo por dinero. Ojala sea solo una pesadilla. y se borrara para siempre el nombre de jose arias chumpitaz por el inmenso daño que nos ha hecho. Adios y si hay otra vida pedir al señor nacer nuevamente en Asia, para segir soñando.

Anónimo dijo...

Es ironico que mientras en muchos lugares del pais existen poblaciones ahogandose en inundaciones por desbordes de rios en Asia, tierra fertil se este sufriendo por la sequìa. Es muy cierta tu queja Ivan hacia las autoridades de ese distrito pujante en sus playas pero olvidado en sus terrenos agricolas, la cosecha de agua deberìa ser el objetivo primordial buscando otras fuentes, quiza mas lejanas pero valdràn la pena. Saludos

Anónimo dijo...

En si el proyecto, ha funcionado sin permiso municipal del distrito de Ayaviri, ejecutando la obra en propiedad privada de la comunidad. Sin ningún respeto por ellos, por sus cultivos, animales que sean venido afectando.. incluso hubo un comunero muerto producto del uso de explosivos. Su estudio de impacto ambiental es una burla copia de un proyecto en Huacho... a parte de que pesimamente elaborado, no garantiza la disponibilidad de agua futura....